sábado, 28 de septiembre de 2013

KATAS EN LAS ARTES MARCIALES

Traducido también como "forma"-
Es una palabra japonesa que describe lo que en un inicio se consideró una serie, forma o secuencia de movimientos establecidos que se pueden practicar normalmente solo, pero no en parejas.
Se practica kata en escuelas tradicionales de arte japonés, como por ejemplo kata en kabuki o ‘formas teatrales’ y en escuelas de ceremonia del té (chadō), pero se asocian comúnmente a las artes marciales.
Los kata se usan en la mayoría de las artes marciales de Japón y Okinawa, tales como aikido, iaidō, jōdō, judo, jiu-jitsu, kobudō, kendo y kárate.1
Otras artes marciales previas a las japonesas como el taichí chino, y modernas derivadas de las japonesas, como el taekwondo tienen el mismo tipo de entrenamiento, pero para describirlo usan palabras en sus idiomas chino y coreano.

En la práctica de las artes marciales japonesas o budo, el kata se ve como un compañero esencial del randori o kumite (o entrenamiento de combate libre), complementándose entre sí para preparar al practicante para un combate real. Sin embargo, actualmente la forma y la frecuencia de práctica del kata en relación con el randori varía según el arte marcial o incluso según la escuela a la que se hace referencia. Tradicionalmente, el kata se enseña en etapas.
Se comienza el aprendizaje con kata relativamente menos complejos para luego ir incrementando la complejidad de las técnicas y la velocidad de ejecución (método de interpolación).

Respecto a la frecuencia de la práctica de kata, podemos comparar dos actitudes.
En el arte de desenvainar y cortar con sable o iaidō, por ejemplo, los kata se ejecutan con la espada japonesa (katana) y son la base de casi todo el entrenamiento de este arte.
En contraste, en el judo (lucha cuerpo a cuerpo) el entrenamiento de kata se minimiza y usualmente se reservan para los grados altos (cinturón negro).
Respecto de la forma en que se practica el kata podemos hacer una comparación entre los distintos niveles de un mismo estilo.
En el kenjutsu (esgrima clásica con sable) o en el kobujutsu (esgrima con armas tradicionales japonesas o de Okinawa), estilos que se basan en el manejo de armas y por tanto un error puede causar serias lesiones, los kata en parejas de los grados bajos se practican muy lentamente y con mucho cuidado.
En los grados altos (dan) los kata se realizan a mayor velocidad y las lesiones se evitan solo mediante la alta sensibilidad y coordinación de ambos practicantes, los cuales dominan conceptos como el tiempo y la distancia a la perfección.

Otras artes marciales japonesas tradicionales como el jujutsu y el aikido, también incluyen la práctica de kata en parejas con roles de atacante (tori o nage') y defensor (uke o aite) en las que a menudo ambos practicantes intercambian los roles según una secuencia preestablecida.

Así de variada es la práctica de los kata. Son usados en la práctica diaria, en competiciones y en demostraciones públicas, pero en todas estas instancias se busca constantemente la perfección en la ejecución.
Es clave al realizar un kata poner énfasis en la corrección en el equilibrio, en la respiración, en la coordinación del tiempo y la distancia, en la aplicación precisa de la tensión muscular (kime) y en conservar la concienciencia de lo que rodea al practicante; al inicio, durante y al final de cada técnica (zanshin) para asemejarlo a un combate real. El practicante debe concentrarse para visualizar los ataques enemigos y para que sus respuestas a estos ataques se hagan como si efectivamente el combate se estuviera realizando.

 

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