Este año ha sido muy especial para mi a nivel deportivo, puesto que a principios de año volví a tener la motivación del karate.
Llevaba años que había dejado el karate, aunque lo practicaba en casa las katas y técnicas para no olvidarlo y no centrarme solo en deportes de contacto, estuve dedicándome y enfocando mis entrenamientos a la competición de kickboxing y full contact, pero tras dejar de competir, no encontraba más aliciente en las artes marciales que no fuera otro que estar en forma...nada más lejos de lo que yo esperaba me ocurriría..
Así que tras conocer por pura casualidad, la vida del maestro Mas Oyama, de lo poco que debo agradecer a la época de confinamiento por el COVID, y apuntarme al karate estilo kyokushin (marzo 2021) pues me empezó a venir la motivación otra vez y a despertar en mi interior el deseo por volver al karate que habia perdido años atrás por diversas circunstancias, eso sí, pensé que el estilo que yo había practicado toda mi vida, SHOTOKAN, se había quedado obsoleto, tradicional y técnico, cosa claro está que lo tenía mucho más claro debido a los años en deporte de contacto y compitiendo en contacto pleno. Conocía al sempai LUIS OLAVI, del DOJO OLAVI y competidor de karate kyokushin y él me enseñó el entrenamiento diferente del karate kyokushin, más enfocado a combates y en mi opinión, mucho más real y me motivó bastante ya que sobre todo, son karatekas que entrenan y resisten hasta el final, dándolo todo y cuando no pueden más, siguen en pie, la fuerza de motivación y de voluntad es muchísima.
Esto trajo consigo algo curioso, en este mismo verano me he encontrado con el sensei JUAN FRANCISCO RUEDA PADILLA, 7 DAN por la RFEK, yo ya lo conocía desde hacía bastantes años, ya que estuve en mi infancia dando KEMPO y él era un compañero de clase, aunque no había tenido el placer de entrenar con él.
El SENSEI JUAN FRANCISCO RUEDA PADILLA, volvió a despertar en mi la motivación perdida totalmente, en el karate shotokan y como todos los años hago un video resumen de mi evolución en las artes marciales y también mi entrenamiento, aunque es cierto que llevaba ya cerca 3 años que no había hecho ninguno puesto que a nivel físico y marcial me notaba que me había atascado y ya no tenía nada que mostrar ni demostrar a mí mismo...cosa que he aprendido en el kyokushin que soy yo el que me debo superar a mi mismo día tras día.
Una de las cosas aprendidas, palabras del sensei TATSUYA NAKA, es que he encontrado las ganas de entrenar karate sin ánimo de competición o de derrotar a un compañero, si no entrenar, por el mero hecho de que me gusta el karate y la superación a mí mismo.
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